Ayer salimos la subcomisión a revisar el trazado entre Alhama y Canjáyar. Nos valió para volver a repasar los tiempos, con la salvedad conocida de que 2 personas caminan más rápido que 200. Y excepto un par de cambios pequeñitos en pasos que se han complicado, no hay ninguna novedad importante.
También encontramos -Jesús muy de cerca- dos nuevas colmeneras que antes no estaban operativas, o desde luego no tan cerca del camino (una en la zona del Pozo de Santa Ana, y otra en el pinar de Bocharalla). Nada importante si se siguen las indicaciones de los guías.
Con respecto a los encuentros, volvimos a sorprender en el mismo punto a la pareja de cabras montesas (ya son casi de la subcomisión, je, je), y también topamos con alguna collalba y un cernícalo, además de ver los abundantísimos rastros de jabalíes en el pinar de El Cristal.
La falta de entrenamiento estos últimos meses, junto a la serie de rodeos dados (en total 28 km y pico, y 7 horas de camino) se hicieron notar hizo algo atravesando Bocharalla, aunque pudimos continuar a rebufo de Rafael, nuestro particular gurú.
Aprovechamos la ocasión desde este blog, para dar nuestra sincera enhorabuena a la familia Waissen. Y también para mandar un abrazo a Dani, quien camina estos mismos días (a ritmo de 25-30 km/jornada) por el Camino de Santiago portugués.
Estudiando un plan B para evitar cruces de carretera.
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